Jack y Jesse se cuelan en el almacén porque son pequeños y quieren jugar, pero el fuego y la necesidad desesperada que Jack y Jesse tienen el uno por el otro es incendiaria. La acción anal cruda y apasionada mientras sus cuerpos apretados y bocas ansiosas convierten lo que solía ser un juego y la conversación cotidiana en una forma de [lujuria] gay.