Lipsticky y andrógina, esta amorfa belleza transexual de Brasil quiere que su amante argentino piense en ella: en las grandes tetas rebotantes y la enorme hombría sobre la que se ha estado construyendo. Es su pasión bisexual sin condón que enciende un encuentro caliente, exótico y crudo que no tienen frío con su lujuria insaciable, deseos sin disculpas.