Maya Wolfe, quien fue atrapada en el acto de robar, es detenida por un oficial. Aun así, suplica en contra, como un rito de iniciación en el que él luego se sale con la suya bruscamente, y está muy dotado y parece que no puede controlar su furia por la naturaleza. Los gritos desesperados de Maya son opacados por sus gemidos lujuriosos.