Desde que era un niño siempre soñé con tener una prima caribeña, su piel morena y ese apetito por el peligro. De una vez por todas nos quedamos solos y la gran acción salió espléndidamente. Fue una invasión a territorio prohibido donde las tentaciones salvajes se apoderaron de dos amantes y dejaron que la naturaleza tomara su curso desenfrenado.