Adriana, una belleza europea, en un inglés perfecto y presentando con confianza su lado sexy durante el casting en Estados Unidos. Inicialmente avergonzada, se encoge de hombros y se quita las prendas rápidamente, dejándola sin nada más que un cuerpo impresionante y un tatuaje elegante. Su juego sexual con juguetes mantiene a uno queriendo más.