La delgada, atractiva y dorada tetas blancas Meg Vicious rompe la regla no escrita deseando orinar. Se deja llevar, meando cuando termina y tiene un orgasmo, dejando escapar un chorro gigante. Esta puede ser la escena hardcore más cruda, fresca y desagradable que jamás verás, y solo es hispana de dieciocho años en eso.