Las madrastras atrapan a sus hijastros robando, lo que lleva a una discusión acalorada. A medida que aumentan las tensiones, deciden enseñarles una lección. Las chicas se desnudan y se turnan para darse placer entre ellas, mientras los chicos miran con asombro. Pronto, se unen y giran las mesas en sus traviesos hijastros.