Los negros están tan cachondos que les encanta pajearse aquí mientras agarran las grandes pollas del otro. ¿El clímax? Un espléndido chorro de semen sobre jugosos glúteos. Como una especie de fiesta de salida, con cincuenta temas, el Deseo lo fomenta todo: una adquisición de licencia elemental donde el placer y el lujo son los únicos absolutos.