Bienvenido al Reino donde la distinción entre realidad y ficción es vaga y la satisfacción sexual es infinita. Esta, precisamente, da una conexión entre el hombre y la sexualidad femenina, lo que produce una armonía de lujuria. Esto da a los lectores la oportunidad de ver la actuación de una danza bastante erótica de cuerpos uno encima del otro donde cada refunfuño o suspiro es una prueba del instinto básico. Pueden ser una noche de pie, una reunión casual en un bar, la membresía en un sitio de citas invitando al hombre a conocer a una mujer para una aventura de una noche o incluso una reunión de negocios con una agenda para tener sexo. Este reino es un reino de pasión sexual donde ningún deseo queda insatisfecho, emocional y físicamente. Es hora de soltar y abrazar el llamado seductor del éxtasis colectivo.